Gente montando en patinete a principios del siglo XX

No sin algunas polémicas, el patinete eléctrico se ha convertido en los últimos años en un nuevo medio de transporte de moda. Sin embargo, el origen de los patinetes eléctricos se remonta a más de un siglo atrás, apareciendo por primera vez a principios del siglo XX. Hace más de cien años, la gente ya lo utilizaba para desplazarse por la ciudad, e incluso hay registrados casos de gente que aprovechó su versatilidad para cometer delitos y salir huyendo rápidamente.

Los primeros patinetes eléctricos (conocidos también como Scooters) fueron particularmente populares durante la Primera Guerra Mundial, en gran parte debido a su relativamente bajo coste, proporcionando un medio de transporte económico a muchas personas que no podían permitirse un automóvil o una motocicleta.

Varias conocidas compañías de la época decidieron además experimentar con este, por entonces, novedoso vehículo. Entre ellas, el Servicio Postal de Nueva York lo utilizó para entregar el correo en 1916 y poco después los patinetes se hicieron cada vez más habituales entre los servicios postales del país, utilizando un vehículo muy similar denominado "Autoped" (el cual incorporaba también un motor de gasolina). 

Estos primigenios patinetes motorizados llegaron a ser bastante populares a principios del siglo XX, pero tras el final de la Primera Guerra Mundial, prácticamente desparecieron de las calles en muy poco tiempo. Entre los motivos que llevaron a su casi desaparición, se encontraba su considerable peso de casi 50 kilos, así como las numerosas limitaciones para poder circular en muchos tramos de carretera. Para 1921, Arthur Hugo Cecil Gibson, considerado el inventor de los scooters o patinetes motorizados, decidió abandonar su fabricación alegando que eran un medio de transporte obsoleto.

Aquí puedes ver una colección de fotografías de personas montando en su patinete a principios del siglo XX: 

El selfie en el espacio de Buzz Aldrin en 1966

Tres años antes de pisar la superficie lunar con la misión Apolo 11, y décadas antes de que se inventara incluso la palabra "selfie" para definir a los autorretratos realizados con una cámara, el astronauta estadounidense Buzz Aldrin (Edwin Eugene Aldrin Jr.) se tomó el primer selfie espacial de la historia en una impresionante fotografía realizada el 12 de noviembre de 1966 con la Tierra al fondo de la imagen.

Aldrin realizó la foto mientras se encontraba en el espacio en una misión de entrenamiento para el Programa Gemini 12. Su equipo de actividad extravehicular (EVA), llevaba incorporado un cámara especialmente diseñada para poder realizar fotografías en el espacio, así que el astronauta simplemente se levantó la visera del casco, se colocó en frente de la cámara y, con el planeta Tierra detrás suya, realizó este primer selfie en el espacio, dejando para la posteridad un momento único fotografiado por primera vez. 

Si bien el primer Selfie de la historia se remonta a 1839 (aunque la palabra selfie no se utilizaría por primera vez hasta 2002), estas peculiares autofotos en el espacio no son, lógicamente, muy habituales, debido a su complejidad y a la serie de factores necesarios para que se puedan realizar, pero Aldrin se convirtió en todo caso en un pionero en este sentido. Durante las siguientes décadas, otros astronautas también han querido inmortalizar su paso por el espacio y tomarse selfies espaciales tal y como hizo Aldrin por primera vez en 1966. 

Entre otras de las autofotos espaciales más conocidas, se encuentran la del astronauta Donald Pettit en enero de 2003, el selfie de Stephen Robinson en agosto de 2005 durante la reparación del transbordador espacial Discovery, o la fotografía del astronauta japonés Akihiko Hoshide en septiembre de 2012 que se convirtió en una imagen viral en Internet. 

Fotografías a color de Egipto en 1936

Desde tiempos inmemoriales, la vida en Egipto ha estado estrechamente vinculada al río Nilo, con dos ciudades en la parte final de su recorrido como los centros neurálgicos más importantes del país: El Cairo, como la capital y ciudad más grande de Egipto; y Alejandría como la segunda ciudad más grande del país y actualmente un importante centro industrial y turístico en la costa mediterránea.

En 1922, tras la independencia del Reino Unido, el sultán Fuad I asumió el título de rey de Egipto. Sin embargo, y a pesar de ser un estado independiente, el Reino de Egipto todavía estaba bajo ocupación militar británica, quien aún conservaba una gran influencia sobre el estado.

El nuevo gobierno de Egipto redactó e implementó una constitución en 1923 basada en un sistema parlamentario. Finalmente, en 1936, concluyó el Tratado Anglo-Egipcio y las tropas británicas se retiraron de Egipto, con la excepción del Canal de Suez, que los británicos siguieron manteniendo bajo su control.

Para finales de la década de 1930 y con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña utilizó Egipto como base para las operaciones aliadas en toda la región, especialmente en las batallas en el norte de África contra Italia y Alemania. Sus máximas prioridades eran el control del Mediterráneo oriental y, especialmente, mantener abierto el Canal de Suez a los buques mercantes y a las conexiones militares con la India y Australia.

Aquí puedes ver una colección de fotografías a color de Egipto en 1936, que nos sirven también para entender un poco mejor cómo era la vida diaria en este histórico país del norte de África durante los años 30.