Todas las razones por las que las mujeres no deberían votar (libro de 1917)

En 1917 se publicaba en Estados Unidos un peculiar libro con el llamativo título de "Este pequeño libro contiene todas las razones por las que las mujeres no deberían votar" (This Little Book Contains Every Reason Why Women Should Not Vote). En una época en la que la lucha por el sufragio femenino en Norteamérica estaba en pleno apogeo, con la celebración pocos años antes de un gran desfile en Washington en 1913, cualquier lector esperaría encontrar una exhaustiva lista de motivos por los que las mujeres no deberían tener derecho a voto. Sin embargo, el contenido del libro era muy diferente. 

Todas las razones por las que las mujeres no deberían votar - 1917

El libro había sido publicado por la National Woman Suffrage Publishing Company, la compañía editora del movimiento sufragista femenino, y como era de esperar, todas las páginas del libro están completamente en blanco, ya que no hay ninguna razón válida para que las mujeres no puedan votar.  

Solo tres años después de la publicación del libro, en 1920 se ganó la batalla legislativa por el sufragio femenino en Estados Unidos y la 19ª Enmienda a la Constitución prohibió la discriminación en el país por motivos de género e hizo del voto un derecho fundamental para las mujeres. Un gran avance en la lucha por la igualdad de derechos que, sin embargo, quedaba empañada en parte debido a que la discriminación y segregación racial en Estados Unidos prevaleció durante varias décadas más.

Como curiosidad, las responsables de la publicación consiguieron enviar un ejemplar del libro a Sherman Berry, un conocido activista de la época contra el derecho a voto de las mujeres. Al parecer, un mensajero dejó el libro en el escritorio de Berry, y cuando este abrió el libro y se encontró todas las páginas en blanco se dio cuenta de la tomadura de pelo y salió enfurecido de su despacho para dar un discurso arremetiendo contras las sufragistas. 

El libro fue además un adelantado a su tiempo y la idea sería imitada un siglo después. Durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020, se publicaron varios libros con títulos como "El ingenio y la sabiduría de Donald Trump" o "Por qué Trump merece confianza, respeto y admiración". Todos ellos con las páginas de su interior en blanco. 

Incluso se puede encontrar actualmente en Amazon una versión actualizada del libro original de 1917, publicada por sus autores con la idea de "un regalo original para feministas o gente con un gran sentido del humor". Algo que no ha tenido demasiado éxito, debido seguramente tanto a su precio como al hecho de que el libro de 1917 está actualmente en Dominio público

Páginas del libro Todas las razones por las que las mujeres no deberían votar - 1917

Year 1999 A.D., así imaginaban en 1967 cómo sería una casa del futuro

En 1967, la empresa Philco-Ford, un fabricante de radios, televisores y electrodomésticos, realizó un curioso cortometraje de 20 minutos donde ilustran la vida de una familia del año 1999, viviendo en una casa que es completamente funcional en términos de tecnología avanzada. 

En la "Casa del mañana de 1999", las actividades de cada miembro de la familia se realizan a través de una computadora central y giran en torno a productos notablemente similares a los fabricados por el patrocinador. La energía proviene de una celda de combustible autónoma, que admite controles ambientales, un sistema de cocción automático y una "sala de educación" asistida por computadora.

Casa del futuro en 1967 - Year 1999 AD

En el vídeo, también podemos ver un coche conceptual futurista de seis ruedas. Se trata del "Seattle-ite XXI", que es en realidad un modelo a escala 3/8 que Ford había exhibido en la Exposición Century 21 en Seattle en 1962.

A pesar de tener en parte un carácter comercial, este curioso vídeo alcanzó cierta fama, e incluso tiene una entrada en la web IMDB (1999 A.D.). El cortometraje original está en inglés, pero dispone de la opción de activar los subtítulos y traducirlos automáticamente al español si lo preferimos: 


Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX para anunciar bicicletas

Los franceses han tenido tradicionalmente un vínculo especial con las bicicletas, especialmente en el siglo XIX y durante buena parte del siglo XX, antes de la masificación de los vehículos a motor. Aunque se cree que el primer vehículo de dos ruedas fue inventado por un alemán en 1817, fueron realmente los franceses quienes popularizaron y comercializaron este medio de transporte en la década de 1860, otorgándole también el nombre de "bicicleta".

Aquí puedes ver una colección de varios bellos carteles, pósteres y anuncios franceses de bicicletas publicados finales del siglo XIX:

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

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Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

Bellos pósteres franceses de finales del siglo XIX anunciando bicicletas

El curioso caso de Frank Balek, el niño que escribía del revés

En 1938, varias conocidas publicaciones de la época como la revista Time, dieron a conocer el extraño caso de Frank Balek, un niño de Chicago (Illinois) de 12 años de edad, que veía los objetos del revés y, como consecuencia, su forma de escribir seguía el mismo patrón, invirtiendo las letras y los números al escribir

Tras hacerse público el caso, se concluyó rápidamente que el pequeño Frank padecía un extraño defecto visual, probablemente algún tipo de "Estrefosimbolia", un trastorno de la percepción visual caracterizada porque los objetos se ven invertidos, como si estuvieran reflejados en un espejo.

Una de las manifestaciones más comunes de la Estrefosimbolia son los denominados "escritores espejo", quienes escriben en dirección invertida, de derecha a izquierda. La teoría más aceptada en la época para explicar esta peculiaridad era la de Samuel Torrey Orton, según la cual, la lectura y la escritura en el ser humano están controlados por un lado del cerebro. Normalmente, un hemisferio cerebral es el dominante, pero cuando ese no es el caso, el cerebro puede visualizar una imagen al revés, lo que hace que el individuo lea o escriba al revés. El caso de Frank Balek iba un paso más allá, ya que no solo escribía con la mano izquierda y de derecha a izquierda, sino que además hacía las letras y los números invertidos. 

Cuando el joven estaba en primer grado en la Escuela Primaria Fulton de Chicago, Frank comenzó a desconcertar a sus maestros porque no era capaz de aprender a leer ni escribir. En segundo grado empezó a hacer algunos progresos y para el tercer grado comenzó a escribir rápidamente utilizando su peculiar método.

Su forma de escritura era fácilmente leída por sus maestros cuando lo plasmaba en papel, ya que simplemente tenía que dar la vuelta a la hoja para poder leerlo normalmente. Para Frank era además mucho más sencillo leer sosteniendo su libro al revés, pero gracias a su afán de superación consiguió leer normalmente incluso a una velocidad superior a la media. También aprendió a escribir, lenta y laboriosamente, pero de manera legible en una pizarra de la manera ordinaria, pero le seguía resultando mucho más fácil escribir al revés.

Dado que los intentos de obligar a los zurdos a usar la mano derecha y a los "inversionistas" como Frank, a escribir con normalidad, suelen causar trastornos emocionales, los maestros del joven no hicieron esfuerzos por cambiar su estilo natural. Las últimas noticias que se tuvieron de este curioso caso señalaban que Frank tenía un coeficiente intelectual promedio, destacaba en materias como dibujo y, curiosamente, estaba por encima del promedio en ortografía .

Frank Balek, el niño que escribía del revés