Inaugurado en 1904, el metro de Nueva York es actualmente el sistema de transporte ferroviario urbano más grande en los Estados Unidos y uno de los más grandes del mundo. Sin embargo, durante la década de 1970, su aspecto era muy diferente al de hoy en día.
En aquellos años, la ciudad de Nueva York vivía una época de decadencia, con multitud de problemas sociales debido a las drogas, la pobreza y la delincuencia, que también se reflejaron en el sistema subterráneo de transporte. Durante los años 70, ver las estaciones y los vagones de tren llenos de grafitis, a mendigos azotados por la pobreza, drogadictos, así como todo tipo de grupos de pandilleros, era algo normal por entonces.
Las tasas de delincuencia se dispararon durante la década de 1970 y el metro de la ciudad de Nueva York llegó a ser considerado el sistema de transporte más peligroso del mundo. Para septiembre de 1979, se llegaron a registrar hasta 250 delitos graves a la semana en los oscuros pasillos del sistema subterráneo de la ciudad.
