Highway Hi-Fi, el tocadiscos para automóviles de los años 50

Durante la década de 1950, la compañía Chrysler decidió incorporar un nuevo y original accesorio a sus automóviles para que los conductores pudieran disfrutar de sus discos preferidos mientras conducían: un sistema de tocadiscos. 

El ingenio, patentado en 1955 con el nombre de Highway Hi-Fi (Alta fidelidad para la autopista), fue desarrollado por Peter Goldmark, y era capaz de reproducir los discos fonográficos de siete pulgadas fabricados por la discográfica Columbia Records. Se trataban de discos reforzados y fabricados expresamente por la compañía para que no dieran problemas durante los trayectos en coche. Cada uno de ellos podía contener 45 minutos de música por cada lado del disco.  

El sistema Highway Hi-Fi se comenzó a incorporar en los automóviles Chrysler en 1956 y su promoción contaba lo siguiente: "Highway Hi-Fi se reproduce a través del altavoz de la radio del automóvil y utiliza el sistema amplificador de la radio. El tocadiscos para reproducir discos, construido para Chrysler por CBS-Columbia, está ubicado en una caja a prueba de golpes montada justo debajo del centro del panel de instrumentos. Un brazo lector, que incluye una aguja de zafiro y una cápsula cerámica, además de espacio de almacenamiento para seis discos de larga duración, conforman la unidad". 

Varias marcas y modelos del grupo Chrysler, como Dodge, Plymouth, Imperial o De Soto, comenzaron a integrar de serie el tocadiscos Highway Hi-Fi, y para ayudar en su promoción, se podía ver en la época a varios famosos y personalidades utilizando este original e innovador invento. 

Sin embargo, el tocadiscos de Chrysler daba numerosos problemas, ya que era fácil de romperse (la marca tenía que hacerse cargo de la reparación como parte de la garantía), y el catálogo de discos disponibles era muy limitado. Como resultado, el tocadiscos para automóviles Highway Hi-Fi fue un fracaso comercial y para 1959 ya había desaparecido de prácticamente todos los modelos de la compañía. 

Poco después, en 1960, en Europa se desarrolló un tocadiscos para coches muy similar. En este caso era capaz de reproducir cualquier disco estándar de 7 pulgadas, sin embargo corrió la misma suerte que su predecesor, y al año siguiente de su lanzamiento fue retirado del mercado.