Tras la independencia del Líbano en 1943 y hasta finales de la década de los 60, el país experimentó durante esos años un enorme progreso económico y social, pero también estuvo marcado por continuas tensiones políticas y sociales que acabarían desembocando en la guerra civil libanesa en 1975.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Líbano todavía estaba bajo el mandato francés, pero la situación comenzó a cambiar rápidamente. En 1941, las tropas británicas y de la Francia Libre invadieron el Líbano y Siria, estableciendo un nuevo gobierno bajo el control de las fuerzas aliadas, un cambio que facilitaría a la postre el camino hacia la independencia libanesa. En 1943, el Líbano proclamó su independencia y, tras un breve período de confrontación con las autoridades francesas, el 22 de noviembre se consolidó como un estado independiente.
La República del Líbano adoptó una forma de gobierno parlamentaria basada en el Pacto Nacional, un acuerdo que establecía un delicado equilibrio de poder entre las diferentes comunidades religiosas. Según este pacto, la presidencia sería ocupada por un cristiano maronita, el primer ministro sería un musulmán sunní y el presidente del parlamento sería un musulmán chií. Este sistema ayudó a estabilizar el país en sus primeros años de independencia.
Durante esta época, Beirut se desarrolló como un importante centro financiero y cultural en el Medio Oriente, ganándose el apodo de el "París del Medio Oriente". La economía creció y el Líbano se convirtió en un destino turístico muy atractivo, conocido por su vibrante vida nocturna, sus playas y sus montañas.
A finales de los años 50, el país tendría que afrontar su primera gran crisis política. El presidente Camille Chamoun, un cristiano maronita, intentó extender su mandato más allá de lo permitido constitucionalmente, lo que generó una fuerte oposición de los musulmanes y de algunos cristianos. Como resultado, en 1958 estallaron enfrentamientos armados y Chamoun solicitó ayuda a los Estados Unidos, quienes enviaron tropas bajo la doctrina Eisenhower para estabilizar el país. La intervención estadounidense ayudó a resolver la crisis temporalmente y llevó a la elección de Fouad Chehab como presidente, quien promovió un programa de reformas y modernización.
El presidente Fouad Chehab buscaba equilibrar el desarrollo entre las regiones y mejorar la infraestructura del país, y para ello implementó una serie de reformas económicas y sociales durante su mandato. También intentó reducir las desigualdades socioeconómicas y fortalecer las instituciones del estado. Bajo su liderazgo, se construyeron carreteras, escuelas y hospitales, y se implementaron programas de desarrollo rural.
Sin embargo, a pesar de estos avances, las tensiones sociales y políticas continuaron latentes. La creciente influencia de la política regional y los conflictos en los países vecinos, especialmente el conflicto árabe-israelí, comenzaron a afectar la estabilidad interna del Líbano. A mediados de los años 70 se desataría la guerra civil en el Líbano entre las comunidades cristiana maronita y musulmana, un conflicto que se extendería hasta 1990 devastando gran parte del país y provocando una importante diáspora libanesa.
Aquí puedes ver una colección de fotografías antiguas del Líbano entre 1940 y 1970, cuando este país de Oriente Medio vivió su última época de prosperidad antes de sufrir una cruenta guerra civil.
Locomotora de vapor en Trípoli (1963)
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