Como ha sucedido en este territorio durante casi toda su historia, Afganistán estuvo marcado durante el siglo XIX por continuas guerras y conflictos. El país comenzaba el siglo como parte del Imperio durrani, conocido también como Imperio afgano, cuyo territorio abarcaba también parte del actual Pakistán, del oeste de Irán y del este de la India.
El imperio afgano fue erigido por Ahmed Sah Abdali en 1747, y fue regido por los gobernantes pastún del Kandahar durante décadas, con periodos de relativa paz, hasta 1823. Ya unos años antes de la caída oficial del imperio afgano, comenzaron a producirse luchas por el trono, y el caos se extendió por los diferentes territorios, llevando a que Afganistán llegara incluso a dejar de existir como nación, desintegrándose por un breve periodo de tiempo en pequeños reinos.
La dinastía pastún de los Mohammadzai consiguieron reorganizar el país en 1838, pero poco después se produciría la intromisión de potencias europeas como Rusia e Inglaterra, que llevó a varias décadas de conflictos continuos, como la Primera guerra anglo-afgana (1839-1841); la histórica batalla de Gandamak (1842), en la que la fuerza anglo-india de la Compañía Británica de las Indias Orientales sufrió una aplastante derrota; o la Segunda guerra anglo-afgana (1878-1880), que se saldó con la victoria británica.
A raíz del tratado de paz tras la victoria británica, Afganistán se convirtió a finales del siglo XIX en un protectorado británico. Se permitió a los afganos mantener la soberanía del país, pero tuvieron que ceder el control de sus relaciones externas. Con ello el Reino Unido pretendía frustrar la voluntad de expansión del Imperio ruso hacia la India.
Unos años después, el gobierno afgano reconocía las fronteras actuales del país establecidas en la Línea Durand, atravesando áreas tribales que los pastunes afganos consideraban parte de su territorio y que posteriormente se convertirían en territorio de Pakistán.
Ya en el siglo XX, en mayo de 1919, Afganistán proclamaba unilateralmente su independencia, lo que provocó el rechazo británico y dio lugar a la tercera guerra anglo-afgana. El Reino Unido sin embargo, agotado militarmente tras la Primera Guerra Mundial, se limitó a resistir en la frontera con la India, y poco después entró en negociaciones, reconociendo oficialmente la independencia de Afganistán en agosto de 1919.
Aquí puedes ver una colección de fotografías antiguas de Afganistán en el siglo XIX, de ciudades como su capital Kabul o Kandahar y de la vida diaria de sus tribus.
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