Tras el catastrófico descarrilamiento del Tren Real ruso el 17 de octubre de 1888, donde fallecieron 21 personas, se comenzó a construir un nuevo Tren Imperial para el transporte exclusivo de la Corte Imperial de los zares rusos.
El nuevo tren imperial, se construyó utilizando vagones del anterior tren entre 1894 y 1896, terminándose a tiempo para la coronación del Zar Nicolás II en 1896, el que sería el último Zar y pondría fin a la época de la Rusia Zarista.
Inicialmente, el tren consistía en siete coches, construidos específicamente en la fábrica de ferrocarriles Aleksandrovsky en San Petersburgo. Más tarde, el tamaño del tren aumentó a 10 vagones, con tres coches nuevos producidos en los talleres ferroviarios de Varsovia, y poco después se agregó uno más que se utilizaba como iglesia.
Los vagones del tren imperial de los Romanov estaban pintados de azul, y su interior contaba con todo lujo de detalles para acomodar a la familia real rusa y hacer sus viajes confortables. El salón principal tenía muebles de caoba suave en el estilo Art Nouveau, y su interior estaba adornado con jarrones de porcelana y vidrio, un reloj de mármol negro y piedra de colores, un cenicero de piedra roja y porcelana holandesa. En una de las mesas había una tintero de cristal portátil con una cubierta plateada, y una mesa especial pensada para varios juegos como el dominó, el ajedrez, o las damas.
Fue en este vagón del tren en el que el Zar Nicolás II firmó la abdicación el 2 de marzo de 1917 en favor de su hermano, el gran duque Miguel, quien no llegó a gobernar tras triunfar la Revolución de Febrero de 1917 en el por entonces Imperio Ruso, instaurándose finalmente el Comunismo en el país.
El nuevo tren imperial, se construyó utilizando vagones del anterior tren entre 1894 y 1896, terminándose a tiempo para la coronación del Zar Nicolás II en 1896, el que sería el último Zar y pondría fin a la época de la Rusia Zarista.
Inicialmente, el tren consistía en siete coches, construidos específicamente en la fábrica de ferrocarriles Aleksandrovsky en San Petersburgo. Más tarde, el tamaño del tren aumentó a 10 vagones, con tres coches nuevos producidos en los talleres ferroviarios de Varsovia, y poco después se agregó uno más que se utilizaba como iglesia.
Los vagones del tren imperial de los Romanov estaban pintados de azul, y su interior contaba con todo lujo de detalles para acomodar a la familia real rusa y hacer sus viajes confortables. El salón principal tenía muebles de caoba suave en el estilo Art Nouveau, y su interior estaba adornado con jarrones de porcelana y vidrio, un reloj de mármol negro y piedra de colores, un cenicero de piedra roja y porcelana holandesa. En una de las mesas había una tintero de cristal portátil con una cubierta plateada, y una mesa especial pensada para varios juegos como el dominó, el ajedrez, o las damas.
Fue en este vagón del tren en el que el Zar Nicolás II firmó la abdicación el 2 de marzo de 1917 en favor de su hermano, el gran duque Miguel, quien no llegó a gobernar tras triunfar la Revolución de Febrero de 1917 en el por entonces Imperio Ruso, instaurándose finalmente el Comunismo en el país.
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