George Moore, conocido como "el esqueleto viviente" (the living skeleton), y Fred Howe, apodado "el gordo" (the Fatman), fueron dos conocidos artistas de circo de finales del siglo XIX que adquirieron cierta notoriedad gracias a su cómico espectáculo de boxeo.
El padre de Fred Howe era carpintero, y Fred comenzó a aprender el mismo oficio, pero pronto comenzó a engordar y decidió unirse al Forepaugh Circus a la edad de 18 años para trabajar en el mundo del espectáculo. Allí conoció a George Moore, quien se convertiría en su inseparable compañero y amigo, recreando ambos divertidas veladas de boxeo gracias a sus peculiares diferencias físicas.
George Moore por su parte, trabajó en la tienda de su padre en Montana hasta los 21 años, pero su mayor deseo era viajar y conocer mundo. Cuando un espectáculo de circo pasó por la ciudad y el gerente le ofreció un contrato para exhibirse como el "esqueleto viviente", no se lo pensó dos veces y se unió de inmediato.
El éxito entre el público con su espectáculo de boxeo fue obviamente debido a la considerable diferencia física que había entre ambos. El "esqueleto viviente" George Moore medía 1,92 metros de altura y tenía un peso de apenas 44 kilos, mientras que su amigo y contrincante en el espectáculo, Fred Howe "the Fatman", apenas alcanzaba la estatura de 1,40 metros pero tenía un peso de 190 kilos.
Bonita historia de amistad.
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