Fotografías de Machu Picchu tras su descubrimiento en 1911 y ahora

En 1911, el historiador y explorador estadounidense Hiram Bingham viajó por la región peruana de los Andes en busca de la antigua capital inca y fue conducido a Machu Picchu por un aldeano, Melchor Arteaga. Bingham encontró el nombre de Agustín Lizárraga y la fecha de 1902 escritos a carboncillo en una de las paredes. Bingham no había sido el primer explorador en visitar las ruinas, pero fue considerado el descubridor que llamó la atención internacional sobre Machu Picchu. Posteriormente organizaría otra expedición en 1912 para realizar una importante limpieza y excavación.

La primera expedición que emprendió Bingham a la zona en 1911 descendió por el río Urubamba, y en el camino pidió a los lugareños que les mostraran las ruinas incas, especialmente cualquier lugar descrito como una roca blanca sobre un manantial.

En Mandor Pampa, Bingham le preguntó al granjero Melchor Arteaga si sabía de alguna ruina cercana. Arteaga dijo que conocía excelentes ruinas en la cima del Huayna Picchu. Al día siguiente, el 24 de julio, Arteaga condujo a Bingham y al sargento Carrasco a través del río en un puente de troncos y subieron a la montaña Huayna Picchu. En la cima de la montaña, se encontraron con una pequeña choza ocupada por una pareja de quechuas, Richard y Alvarez, que cultivaban algunas de las terrazas agrícolas originales de Machu Picchu que habían limpiado cuatro años antes. El hijo de 11 años de Álvarez, Pablito, condujo a Bingham a lo largo de la cresta hasta las ruinas principales.

La mayoría de las ruinas estaban cubiertas de vegetación, excepto por algunas terrazas agrícolas despejadas y los claros utilizados por los agricultores como huertas. Debido a la vegetación, Bingham no pudo observar la extensión completa del sitio. Tomó notas, medidas y fotografías preliminares, notando la fina calidad de la mampostería inca de varios edificios principales.

La expedición continuó río abajo por el Urubamba y río arriba por el Vilcabamba examinando todas las ruinas que pudo encontrar. Guiado por lugareños, Bingham redescubrió e identificó correctamente el sitio de la antigua capital inca, Vitcos (entonces llamada Rosaspata), y el cercano templo de Chuquipalta. Luego cruzó un paso y entró en el Valle de Pampaconas, donde encontró más ruinas enterradas en la maleza de la selva en Espíritu Pampa, a las que llamó "Trombone Pampa". Toda la zona de Machu Picchu estaba tan cubierta de maleza que Bingham solo pudo identificar unos pocos edificios.

Bingham regresó a Machu Picchu en 1912 bajo el patrocinio de la Universidad de Yale y National Geographic, y con el apoyo del presidente peruano Leguia. La expedición emprendió un desbroce del sitio durante cuatro meses con mano de obra local, que fue agilizado con el apoyo de la Prefectura de Cuzco. La excavación comenzó en 1912 y se llevaron a cabo más excavaciones en 1914 y 1915. Bingham se centró en Machu Picchu debido a su excelente mampostería inca y su naturaleza bien conservada, que permaneció intacta desde que el sitio fue abandonado.

Aunque las instituciones locales inicialmente dieron la bienvenida a la exploración, pronto acusaron a Bingham de negligencia legal y cultural. Surgieron rumores de que el equipo estaba robando artefactos y sacándolos de contrabando de Perú a través de Bolivia. La prensa local apoyó las acusaciones, alegando que la excavación dañó el sitio y privó a los arqueólogos locales del conocimiento sobre su propia historia. Cuando Bingham y su equipo abandonaron Machu Picchu, los lugareños habían formado coaliciones para defender su propiedad de Machu Picchu y sus restos culturales, mientras que Bingham afirmó que los artefactos deberían ser estudiados por expertos en instituciones estadounidenses.

Hiram Bingham no fue la primera persona en "descubrir" Machu Picchu, pero tuvo el mérito de ser la primera persona en reconocer la importancia de las ruinas, estudiándolas con un equipo multidisciplinario y divulgando sus hallazgos. Durante las siguientes décadas se limpiaría la zona de vegetación, revelando al mundo las impresionantes ruinas incas originales de Machu Picchu, que se convertirían en un símbolo nacional de Perú y en uno de los principales destinos turísticos del país.

Fotografías de Machu Picchu tras su descubrimiento y ahora

Fotografías de Machu Picchu tras su descubrimiento y ahora

Fotografías de Machu Picchu tras su descubrimiento y ahora

The Otter, la caravana anfibia de los años 50

En la década de 1950, el diseñador e inventor Alan Eckford desarrolló una de las caravanas mas peculiares que se han construido. The Otter (la nutria) fue probablemente la primera caravana anfibia del mundo, y permitía a sus propietarios disfrutar de sus vacaciones tanto en tierra firme, como navegando por el río en esta original casa flotante. 

Lanzada el mercado en 1955, la caravana anfibia The Otter era tan liviana que solo necesitaba la fuerza de un automóvil con ocho caballos de potencia para ser remolcada a cualquier lugar. Una vez era llevada hasta el agua (preferiblemente en aguas tranquilas como las de los ríos), se podía usar un pequeño motor para convertirla en un original crucero fluvial

Era la época dorada de las autocaravanas en Estados Unidos, y muchas empresas buscaban atraer la atención de los consumidores ofreciendo algo diferente a los demás. Sin embargo, de forma similar a lo sucedido con muchos otros curiosos y originales inventos de los años 50, entre los que se incluye también la espectacular autocaravana Executive Flagship, la caravana anfibia The Otter apenas tuvo éxito a nivel comercial y no pasó de ser una curiosa anécdota que pocos americanos llegaron a utilizar realmente. 

The Otter, la caravana anfibia de los años 50

The Otter, la caravana anfibia de los años 50

The Otter, la caravana anfibia de los años 50

The Otter, la caravana anfibia de los años 50



Fotografías de Königsberg (Kaliningrado) antes de 1945 y ahora

La transformación de las ciudades es un proceso inevitable con el paso del tiempo, ya sea por la modernización y la renovación de los edificios, o bien por otros factores que pueden acelerar el proceso, como los efectos de una guerra. Prácticamente cualquier ciudad que comparemos su aspecto actual con fotografías e imágenes antiguas notaremos grandes cambios, pero pocos lugares han sufrido una transformación tan profunda en un período tan relativamente corto de tiempo como la ciudad de Kaliningrado, la antigua Königsberg prusiana.

La histórica ciudad prusiana de Königsberg fue fundada en el año 1255 por los Caballeros Teutónicos, durante las Cruzadas del Norte. A lo largo de varios siglos se mantuvo como la ciudad de coronación de la monarquía prusiana, aunque la capital se trasladó a Berlín en 1701. Entre los siglos XIII y mediados del siglo XX, los habitantes hablaban predominantemente alemán, pero se trataba en realidad de una ciudad multicultural que también tuvo una profunda influencia en las culturas lituana y polaca.

Königsberg fue la mayor ciudad oriental de Alemania hasta la Segunda Guerra Mundial. La ciudad sufrió graves daños por los bombardeos aliados en 1944 y especialmente durante la Batalla de Königsberg en 1945, cuando acabó siendo ocupada por la Unión Soviética. Tras el Acuerdo de Potsdam de 1945, la ciudad se colocó provisionalmente bajo la administración soviética y finalmente fue anexionada por la URSS el 9 de abril de 1945. 

La primera consecuencia de la ocupación es que la población alemana fue rápidamente expulsada y la ciudad fue repoblada con rusos, así como por otros ciudadanos de la Unión Soviética. Su nombre se cambió a Kaliningrado en 1946, en honor al líder soviético Mikhail Kalinin. Se comenzó una reconstrucción que cambió radicalmente el aspecto que la ciudad había tenido durante largo tiempo, perdiendo por completo el característico estilo arquitectónico de las ciudades alemanas. 


Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de Kaliningrado (Königsberg) antes y después de 1945

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

La Exposición Mundial Colombina fue una feria mundial celebrada en Chicago en 1893 para celebrar el 400 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo en 1492. La pieza central de la exposición, celebrada en Jackson Park, fue una enorme piscina de agua que representaba el viaje de la expedición de Colón para llegar hasta América. 

La ciudad de Chicago fue la ganadora para albergar la exposición, imponiéndose a otras importantes ciudades como Nueva York o Washington D.C. y, como muestra universal, la Exposición Mundial Colombina fue un evento social y cultural muy influyente que tuvo un profundo efecto en la arquitectura, el saneamiento, las artes y la imagen de Chicago.

El tamaño de esta muestra universal cubrió una extensión de 2,8 kilómetros cuadrados, con la construcción de más de 200 nuevos edificios (pero temporales), de arquitectura predominantemente neoclásica, además de varios canales y lagunas. En ella participaron 51 países y más de 27 millones de personas asistieron a la exposición durante sus seis meses de duración. Su escala y grandeza excedieron con creces otras exposiciones universales anteriores, y se convirtió en un símbolo para mostrar el poder emergente de los Estados Unidos.

Entre las piezas más populares y visitadas de la Exposición destacaron las réplicas a tamaño real de la Pinta, la Niña y la Santa María, las tres carabelas de la expedición española, así como una reproducción del Monasterio de La Rábida (situado en Palos de la Frontera, Huelva), en el que se alojó Cristobal Colón antes de partir hacia el Nuevo Mundo. 

Las primeras ceremonias oficiales de la Exposición Mundial Colombina se llevaron a cabo el 21 de octubre de 1892, pero el recinto ferial no se abrió al público hasta el 1 de mayo de 1893, mientras que cerraría sus puertas el 30 de octubre de 1893. Además de reconocer el 400 aniversario del descubrimiento del Nuevo Mundo por los europeos, la feria también sirvió para mostrar al mundo que la ciudad había resurgido de las cenizas tras el Gran Incendio de Chicago, que destruyó gran parte de la ciudad en 1871.

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)

Fotografías de la Exposición Mundial Colombina (1893)