Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX (1900-1910)

A principios del siglo XX, la Eastman Kodak Company desempeñó un papel fundamental en hacer de la fotografía algo accesible para la gente común. Antes de Kodak, tomar fotos solía ser tan difícil como costoso, además de requerir un complejo equipo y suficientes conocimientos para usarlo. Kodak se convirtió en una empresa pionera en desarrollar cámaras más sencillas, económicas y accesibles para gran parte de la población.

La idea principal de Kodak para generar ingresos no consistía exclusivamente en vender cámaras. Vendían cámaras a un precio bajo, con la idea de que, una vez que alguien tuviera una cámara, necesitaría seguir comprando la película, los productos químicos y el papel de Kodak para tomar fotos y revelarlas. De ahí es de donde la empresa obtenía la mayor parte de sus ganancias. Este inteligente enfoque ayudó a que las cámaras llegaran a muchos hogares en los primeros años del siglo XX.

Para animar a la gente a comprar cámaras, especialmente como regalo, la empresa Kodak creó diversos anuncios orientados a fechas muy específicas. Las fiestas navideñas eran el momento perfecto, y durante la primera década de 1900, los anuncios de Kodak aparecieron en revistas y periódicos mostrando la cámara Kodak como el regalo perfecto para la familia. 

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Antiguos anuncios navideños de Kodak a principios del siglo XX

Fernsehkanonen, la cámara que llevó los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 a las pantallas

La Fernsehkanonen (literalmente, "cañón de televisión") fue una de las cámaras más innovadoras y llamativas de la década de 1930, diseñada específicamente para la retransmisión televisiva de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, un acontecimiento que marcó un hito en la historia de la televisión.

Desarrollada por Telefunken en colaboración con ingenieros alemanes del Reichspost, la Fernsehkanonen recibió su nombre debido a su aspecto: un dispositivo largo y cilíndrico, montado sobre un trípode pesado, que recordaba visualmente a una pieza de artillería. Su diseño no era casual, ya que debía albergar complejos sistemas ópticos y electrónicos en una época en la que la tecnología televisiva aún estaba en fase experimental.

Desde el punto de vista técnico, se trataba de una cámara extremadamente voluminosa y pesada, con un cuerpo principal de alrededor de dos metros de longitud y una lente cuyo diámetro era de 40 centímetros Su manejo no era sencillo y necesitaba una instalación prácticamente fija, ya que no estaba pensada para movimientos rápidos ni grabaciones dinámicas como las cámaras actuales. Además, necesitaba una potente iluminación exterior, lo que limitaba su uso a espacios abiertos y bien iluminados, como los estadios olímpicos.

La cámara, diseñada por Walter Bruch y Rudolf Urtel, utilizaba un tubo iconoscopio, una tecnología pionera que permitía convertir imágenes en señales electrónicas. Aunque ofrecía una resolución muy limitada según los estándares actuales, era suficiente para captar eventos deportivos en exteriores con una calidad inédita para el público de la época. Las retransmisiones se realizaban en directo hacia salas públicas de televisión repartidas por Berlín y Potsdam, donde miles de espectadores pudieron seguir las competiciones casi en tiempo real.

Más allá de su valor técnico, la Fernsehkanonen tuvo un fuerte componente propagandístico. El régimen de la Alemania nazi utilizó los Juegos Olímpicos como escaparate de modernidad y poder tecnológico, y la televisión emergente desempeñó un papel clave para ello. En este contexto, la cámara se convirtió en un símbolo del avance tecnológico alemán y de la ambición de dominar los nuevos medios de comunicación.

Fotografía de la Fernsehkanonen, la cámara de los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936

El pasaporte del faraón Ramsés II

En la década de 1970 tuvo lugar uno de los episodios más singulares de la historia moderna de la egiptología, cuando el faraón Ramsés II, fallecido hacía más de tres mil años, recibió un pasaporte oficial para poder viajar fuera de Egipto. El motivo fue estrictamente científico. La momia del faraón presentaba un avanzado deterioro causado por hongos y microorganismos, y el gobierno egipcio decidió trasladarla a París para someterla a un exhaustivo proceso de conservación y estudio.

Para cumplir con la legislación internacional vigente, especialmente en materia de control fronterizo y transporte de restos humanos, las autoridades egipcias emitieron un pasaporte diplomático a nombre de Ramsés II. En el documento figuraba su fotografía (la de su momia), su nacionalidad egipcia y una profesión tan precisa como inusual: "Rey (fallecido)". Lejos de tratarse de una anécdota burocrática sin importancia, este gesto subrayó el enorme valor simbólico y patrimonial que Egipto otorgaba a uno de sus gobernantes más célebres.

A su llegada a Francia en 1976, la momia fue recibida con honores militares, como correspondería a un jefe de Estado, en una ceremonia que reflejaba tanto el respeto histórico como el carácter excepcional del traslado. Durante varios meses, un equipo de especialistas franceses analizó el cuerpo, confirmó detalles sobre su estado de salud, su avanzada edad al morir y aplicó tratamientos que permitieron frenar su deterioro.

El pasaporte del faraón Ramsés II


El traslado del faraón Ramsés II a París en 1976

El traslado del faraón Ramsés II a París en 1976

El traslado del faraón Ramsés II a París en 1976

La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos

La frontera de Nogales, situada entre Sonora y Arizona, es uno de los puntos más emblemáticos para entender la evolución de las divisiones fronterizas entre México y Estados Unidos. A finales del siglo XIX, la frontera en esta región era poco más que una noción geográfica: un trazo en los mapas y una serie de hitos de hierro colocados tras la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo (1848) y la Venta de La Mesilla (Compra de Gadsden) en 1853. 

Las dos Nogales funcionaban por entonces casi como una sola comunidad, unidas por el intercambio comercial y social. Las familias cruzaban sin mayores restricciones, los negocios se mezclaban y la vida diaria fluía sin que la línea divisoria representara una barrera real.

El cambio comenzó a hacerse evidente a inicios del siglo XX. Con el aumento del comercio internacional y la Revolución Mexicana, las autoridades estadounidenses reforzaron la presencia militar y aduanera. El punto de inflexión se produjo en 1918 con la llamada Batalla de Nogales, un enfrentamiento armado provocado por tensiones fronterizas y controles más estrictos. Tras este episodio, ambos gobiernos acordaron la construcción de la primera valla física, consistente en una modesta cerca de alambre que marcó el inicio de la división material entre ambas ciudades.

Durante la segunda mitad del siglo XX, la frontera evolucionó al ritmo de fenómenos como la industrialización, especialmente con el Programa Bracero, que permitía la entrada temporal de trabajadores mexicanos y que incrementó considerablemente la migración hacia Estados Unidos. La seguridad fronteriza se volvió así una prioridad para Washington, sobre todo a partir de los años 90. Operaciones como "Hold the Line" y "Gatekeeper" impulsaron la construcción de barreras más sólidas y la presencia constante de las patrullas en la frontera.

En el siglo XXI la frontera ha evolucionado hacia una estructura de control mucho más sofisticada. Hoy incluye muros de acero, sensores, cámaras, drones y una presencia constante de patrullas fronterizas. A pesar de ello, Nogales conserva una identidad binacional profunda. Sus dos ciudades comparten historia, economía, cultura y lazos familiares que han resistido todas las transformaciones de la frontera. La línea, que una vez fue apenas simbólica, es ahora una de las más vigiladas del mundo, pero sigue siendo también un punto de encuentro donde se refleja la compleja relación entre México y Estados Unidos.

La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
Fotografía de la frontera en Nogales entre territorio mexicano y territorio estadounidense en 1890



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
Imagen de la frontera de Nogales en 1899



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
La frontera de Nogales en la década de 1910, marcando la división entre Arizona (Estados Unidos) y Sonora (México)



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
Fotografía tomada en 1919 tras la construcción de la primera valla fronteriza en Nogales



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
La frontera entre Estados Unidos y México en la localidad de Nogales en la década de los años 20, durante la época de la Ley seca



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
La calle internacional donde se demarca la frontera entre ambos países en los años 40



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
La frontera de Nogales en 1953



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
Línea fronteriza en Nogales entre Estados Unidos y México en 2007



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
La frontera en Nogales en 2019 con alambre de púas



La evolución de la frontera en Nogales entre México y Estados Unidos
Vista de parte de la valla fronteriza en Nogales en 2023

El hip-hop en la Nueva York de los 80

Nueva York en la década de 1980 era una ciudad ruidosa, cruda y llena de energía. En las calles de zonas como Brooklyn, Harlem, Queens o South Bronx, un nuevo sonido comenzaba a resonar a todo volumen en los radiocasetes. Pero el hip-hop era más que música. Era una subcultura construida sobre ritmos, rimas y estilo, y las calles eran su escenario principal.

Las fiestas callejeras se convertían en eventos multitudinarios con DJ pinchando discos en escenarios improvisados. La multitud se congregaba alrededor de los "breakdancers" mientras hacían sus bailes y piruetas sobre un cartón, realizando movimientos que parecían romper la gravedad. Los grafiteros dejaban sus nombres en los vagones del metro, convirtiendo la ciudad en una galería de arte callejero improvisado. Cada pared, cada tren, se convertía en un lienzo para letras brillantes y diseños atrevidos.

La ropa, por su parte, se convirtió en un uniforme que se lucía con orgullo y confianza, como muestra de una nueva identidad urbana; mientras los radiocasetes estaban presentes por todas partes. Enormes radios se alzaban en las escaleras, emitiendo ritmos a todo volumen que resonaban en los barrios plagados de viviendas sociales. Los MC rapeaban en vivo, compitiendo entre sí en rimas llenas de ingenio, humor y mala leche, en batallas que servían para perfeccionar las habilidades de cada rapero y donde se forjaban reputaciones. 

La ciudad de Nueva York en los años 80 no era, sin embargo, un lugar fácil en aquel entonces. La epidemia del crack golpeó con fuerza los barrios y la delincuencia aumentó rápidamente. Pero el hip hop les dio a los jóvenes otra vía alternativa, ofreciendo un espacio para crear en lugar de destruir. Los ritmos ahogaban las sirenas y las rimas convertían la lucha en arte.

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

El hip-hop en la Nueva York de los 80

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El hip-hop en la Nueva York de los 80