Las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

La conejita de Playboy fue uno de los símbolos más reconocibles de la vida nocturna del siglo XX. Más allá de contar con unas características físicas muy concretas, estas jóvenes representaban un trabajo que requería precisión, personalidad y un estricto apego a las reglas en los clubes Playboy donde trabajaban, aportando un aura de sofisticación y glamour que definió una época.

El disfraz de conejita fue cuidadosamente diseñado por Zelda Wynn Valdes para crear un look impecable e inolvidable. El diseño incluía un corsé de satén, orejas puntiagudas de conejo, una pajarita, puños y una suave cola blanca. Las conejitas también llevaban tacones altos y medias transparentes a juego. El cabello debía estar perfectamente peinado, las uñas cuidadas y el maquillaje impecable para adaptarse a la imagen de la marca. 

Cada uniforme se ajustaba a las medidas de cada mujer, y estaba diseñado tanto para destacar la belleza de cada modelo como en la propia funcionalidad del traje. Fue el propio Hugh Hefner, dueño de la revista Playboy y un habitual de los clubes, quien añadió algunas modificaciones al traje original para que resultara más atractivo y sensual.   

Las clubes Playboy donde trabajaron las famosas conejitas estuvieron abiertos desde principios de los años 60 hasta finales de la década de 1980. En ellos se podían encontrar, además de camareras, otras jóvenes bellezas trabajando en otros puestos, como la portera (Door Bunny), vendedora de cigarrillos (Cigarette Bunny), bailarina de la pista (Floor Bunny), de compañía (Playmate Bunny) e incluso azafatas (Jet Bunnies) para algunos eventos especiales. 

Convertirse en conejita de Playboy no era tan sencillo como simplemente disfrazarse. Todas las aspirantes pasaban por un intenso proceso de entrenamiento  en el que tenían que aprender el "Bunny Dip", un movimiento único para servir bebidas sin inclinarse demasiado hacia adelante, preservando la elegancia y la modestia. Esto requería equilibrio y fuerza, especialmente al sostener bandejas llenas de cócteles. El contacto visual, la postura e incluso la forma de sonreír eran parte del trabajo. El entrenamiento garantizaba que cada invitado se sintiera como si estuviera experimentando algo refinado y exclusivo.

Unas estrictas reglas mantenían todo en orden. Cada club Playboy tenía un reglamento detallado que todas las conejitas debían seguir sin excepción. Las "Playboy Bunnies" no podían salir con los clientes ni aceptar regalos. Debían mantener la profesionalidad en todo momento, sin importar quién entrara por la puerta. Las inspecciones eran frecuentes y los gerentes prestaban atención a cada detalle, desde la postura hasta el estado del uniforme. 

Para muchas mujeres, el club Playboy era más que un trabajo; era un trampolín. Algunas se convirtieron en actrices, modelos y figuras públicas. Otras aprovecharon la experiencia para lograr independencia financiera o conseguir importantes conexiones sociales. La confianza y la disciplina aprendidas como conejitas a menudo les abrieron puertas más allá del mundo de la vida nocturna.

Aquí puedes ver una colección de fotografías de las glamurosas conejitas de Playboy durante las décadas de 1960 y 1970: 

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

Fotografías de las conejitas de Playboy en los años 60 y 70

El barrio de Akihabara (Japón) en los años 80

Akihabara, uno de los barrios más singulares de Tokio, vivió en los años ochenta una transformación que lo convirtió en un símbolo de la cultura tecnológica japonesa. Aunque su origen se remonta a la posguerra como un mercado popular de productos electrónicos de segunda mano, fue durante la década de 1980 cuando adquirió la identidad que hoy lo define. 

En plena fiebre por la electrónica doméstica, las calles de Akihabara se llenaron de tiendas repletas de radios portátiles, grabadoras, calculadoras y los primeros ordenadores personales que empezaban a fascinar a la juventud japonesa. El barrio se convirtió en un verdadero laboratorio urbano donde se podía ver de cerca la velocidad con la que Japón avanzaba hacia el futuro.

Caminar por Akihabara en el Tokio de los años 80 era sumergirse en un paisaje urbano vibrante y caótico, con carteles luminosos, calles estrechas y vendedores que anunciaban ofertas a viva voz. Las tiendas competían por mostrar las últimas novedades, desde televisores en color cada vez más compactos hasta los primeros microchips y componentes que anticipaban la revolución informática.

Los ochenta también marcaron el inicio del romance entre Akihabara y la cultura otaku. Aunque el anime y el manga ya tenían una presencia importante en la vida japonesa, fue en esta época cuando las pequeñas tiendas especializadas comenzaron a multiplicarse en las calles secundarias del barrio. Entre los edificios repletos de carteles de neón aparecían establecimientos que vendían figuras, cintas VHS de series de culto y revistas dedicadas a los primeros fenómenos otaku.

Aquí puedes ver una colección de imágenes del barrio Akihabara de Tokio durante la década de 1980:

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80

Fotografías del barrio de Akihabara (Tokio) en los años 80