El joven protagonista de esta curiosa fotografía es Kenneth Hallwhich, un niño de solo siete años de edad, que en enero de 1955 decidió que quería salir de la ciudad en la que vivía para conocer mundo.
Para emprender su viaje, el joven Kenneth recogió los objetos a su disposición que consideraba más importantes, incluyendo su ropa, un par de pistolas de juguete, un cepillo de dientes, un osito de peluche, una caja con sus juguetes favoritos y su libreta bancaria, la cual le daba acceso a diez dólares y cincuenta centavos (también llevaba 65.000 dólares en dinero ficticio).
El niño se dirigió a la estación de autobuses de Detroit y se subió a un autobús que se dirigía hacia el oeste, hasta el mítico Fort Apache. Sin embargo, su aventura fue muy corta. Tras el aviso de desaparición que habían dado sus padres al notar la ausencia del niño, la policía detuvo el autobús para recuperar a Kenneth antes de que saliera de la ciudad. Cuando le tomaron esta divertida fotografía y le preguntaron por qué se había escapado, el joven alegó que no estaba huyendo de casa, simplemente quería ver mundo.
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