Durante la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron todo tipo de originales camuflajes con el objetivo de evitar ser detectados y atacados por las tropas enemigas. Entre los casos más curiosos encontramos un barco camuflado como una isla que consiguió cumplir exitosamente su misión, pero no es el único ejemplo de ingeniosos camuflajes durante el conflicto.
En 1942, a los británicos se les ocurrió la idea de colocar un complejo andamio de bambú sobre la cúpula del Taj Mahal para protegerlo así de los bombardeos alemanes y japoneses. El propósito del andamio no era obviamente el de actuar como defensa, sino hacer que el Taj Mahal pareciera nada más que un montón de bambú desde el aire, es decir, lo que verían los tripulantes desde el interior de un avión bombardero que volaba a kilómetros de altura.
Ya sea porque el histórico monumento nunca fue un objetivo para la aviación del Eje, o bien porque este curioso camuflaje funcionó a la perfección, lo cierto es que el Taj Mahal nunca fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial.
Aunque estas fotografías solo muestran la cúpula del Taj Mahal cubierta con una gruesa capa de andamios de bambú, al parecer todo el mausoleo del Taj Mahal acabó cubierto de bambú, pero el gobierno no permitió que ningún fotógrafo tomara imágenes de la cubierta final del andamio.
Hombre, es como esconder la cabeza debajo de la almohada estando todo lo demás al descubierto...
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