Este par de antiguas fotografías nos muestran un curioso momento histórico, con dos de las mentes científicas más brillantes que han existido, Albert Einstein y Marie Curie, charlando tranquilamente mientras dan un paseo por la orilla del lago de Ginebra (Lago Lemán).
Algo no muy conocido para el gran público es que Albert Einstein consideraba a Curie una amiga por la que sentía una gran admiración. Pionera en el campo de la radiactividad, Madame Curie comenzó a trabajar con radio en 1902, mientras que estas fotografías se tomaron en 1929, cinco años antes de su muerte, causada muy probablemente por las radiaciones a las que estuvo expuesta durante su trabajo.
En 1906, el marido de Curie, Pierre, murió en un accidente. La científica se acabaría haciendo más tarde amiga de Paul Langevin, un alumno de Pierre, quien se separó de su esposa maltratadora. La esposa de Langevin expuso esta relación a la prensa, lo que creó un escándalo y obligó a Curie y a su hija a esconderse. El escándalo llegó a tal punto que Langevin incluso intentó defender la reputación de Curie en un duelo sin armas con un editor de un tabloide. A pesar de todo, Marie Curie acabaría ganando su segundo Premio Nobel de Química en 1911.
Durante la difícil época que estaba atravesando, Albert Einstein le envió a Curie una carta en la que expresaba su admiración y apoyo:
Estimada señora Curie,
No se ría de mí por escribirle sin tener nada sensato que decir. Pero estoy tan indignado por la manera vil en que el público se atreve a preocuparse por usted, que no puedo evitar expresar este sentimiento. Sin embargo, estoy convencido de que usted desprecia constantemente a esta chusma, ya sea que le muestre obsequiosamente su respeto o que intente saciar su sed de sensacionalismo.
Me siento obligado a decirle cuánto he llegado a admirar su intelecto, su empuje y su honestidad, y que me considero afortunado de haberlo conocido personalmente en Bruselas. Cualquiera que no se encuentre entre estos reptiles seguramente se alegra, tanto ahora como antes, de que tengamos entre nosotros personajes como usted y Langevin también, personas reales con las que uno se siente privilegiado de estar en contacto. Si la chusma continúa ocupándose de usted, entonces simplemente no lea esas tonterías, sino que déjelas al reptil para el que han sido inventadas.
Con los más cordiales saludos para usted, Langevin y Perrin, muy atentamente,
A. Einstein
Pierre Curie no fué asesinado, al menos que yo sepa.
ResponderEliminarTienes razón. Corregido. Gracias por avisar.
EliminarQué actual parece esta carta. El odio siempre está ahí, esperando su oportunidad. Einstein fue un precursor de la frase "Don't feed the troll"
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