En la tarde del viernes 27 de marzo de 1964 se producía en Alaska un catastrófico seísmo que, debido a su magnitud y en la fecha en que se produjo, pasó a ser conocido como el Gran Terremoto de Alaska o el Terremoto de Viernes Santo.
Con una duración de 4 minutos y alcanzando una magnitud de 9,2 en la escala de Richter, los efectos del terremoto de Alaska de 1964 afectaron a buena parte de Alaska y llegaron hasta Canadá, dejando como consecuencia 190 víctimas mortales y cuantiosos daños materiales. Se trata del terremoto más grande registrado en Norteamérica y está clasificado por su magnitud como el segundo terremoto más poderoso de la historia.
La ciudad de Anchorage, situada a 126 kilómetros del epicentro del temblor, fue una de las localidades que sufrió la mayor destrucción y daños, debido en gran parte a que muchas casas, edificios e infraestructuras no contaban con la ingeniería antisísmica inadecuada. Algunas áreas de la costa cerca de Kodiak y la isla Hinchinbrook, situadas a más de 300 kilómetros del epicentro, quedaron permanentemente elevadas 9 metros más.
El hipocentro del seísmo se ubicó a 26 kilómetros de profundidad, lo que provocó además un destructivo y mortal tsunami, responsable de la mayor parte de las muertes. La ola del tsunami alcanzó en algunos puntos los 67 metros de altura, situándose así también entre los tsunamis más grandes que se han podido documentar.
Curiosamente, pocos años antes y también en Alaska, otro gran terremoto en la región produjo un gigantesco tsunami que dio lugar a la ola más alta jamás registrada, con unos increíbles 525 metros de altura, si bien en este caso apenas se produjeron víctimas al tratarse de una zona prácticamente despoblada.
La localidad más afectada por el tsunami del Gran Terremoto de Alaska de 1964 fue la ciudad de Valdez. En el Puerto de Valdez se produjo un enorme deslizamiento de tierra submarino que provocó la muerte de 30 personas debido al colapso del puerto y de los muelles de la ciudad de Valdez, así como varias víctimas que se encontraban en el interior de un barco atracado allí en ese momento.
La mayoría de las ciudades costeras en las regiones de Prince William Sound, la península de Kenai y la isla Kodiak, especialmente los principales puertos de Seward, Whittier y Kodiak, sufrieron graves daños por la combinación de la actividad sísmica, los tsunamis posteriores al terremoto y los incendios provocados por el desastre natural. Aunque Valdez no fue totalmente destruida, tres años después se acabó reubicando la ciudad a un terreno más alto situado a 6 kilómetros al oeste de su sitio original.
Los efectos del megaterremoto de Alaska se sintieron también en Canadá e incluso en zonas tan alejadas como Hawái debido al tsunami posterior. Durante las tres semanas siguientes se produjeron cientos de réplicas, algunas de ellas con una magnitud superior a 6,2.
Aquí puedes ver una colección de fotografías de la destrucción causada por el Gran Terremoto de Alaska el viernes 27 de marzo de 1964:
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