El 23 de octubre de 1989, el piloto Heinz-Dieter Kallbach ocupó los titulares de casi todos los medios alemanes gracias a la espectacular maniobra que llevó a cabo: conseguir aterrizar un avión Ilyushin IL-62 en un campo situado en Stölln (Alemania).
El motivo para llevar a cabo este peligroso aterrizaje del Ilyushin Il-62 era doble. Por un lado, se buscaba conmemorar el accidente que sufrió en el mismo lugar el ingeniero alemán Otto Lilienthal en 1896 y que le costaría la vida; así como para, una vez realizado con éxito el aterrizaje, convertir el avión en un museo.
El Ilyushin Il-62 era un reactor de pasajeros de cuatro motores construido por la Unión Soviética que prestó servicio en aerolíneas como Interflug, de Alemania del Este, y Aeroflot, de la URSS. En Alemania del Este, el avión era incluso conocido popularmente como "Lady Agnes" en honor a a la esposa de Lilienthal.
Como se puede intuir, aterrizar en un campo un enorme avión comercial con capacidad para 200 pasajeros no es una tarea sencilla y no está exenta de un gran riesgo. Por si fuera poco, la "pista" utilizada en Stölln para el aterrizaje tenía 900 metros de largo, cuando el Ilyushin IL-62 necesitaba habitualmente una pista de 2.500 metros de longitud para sus aterrizajes. La clave para que fuera posible es que la aeronave iba completamente vacía.
Heinz-Dieter Kallbach, el capitán de este vuelo, realizó primero un vuelo a baja altura para posteriormente conseguir aterrizar el avión con éxito ante la atenta mirada de bomberos, equipos de rescate, curiosos y la propia familia del piloto.
Según el relato de Kallbach sobre el aterrizaje, el Il-62 rebotó un poco más de lo esperado durante la maniobra. Kallbach afirmó que levantó intencionalmente el morro del avión para reducir la fuerza tangencial sobre el tren de aterrizaje mientras se encontraba a altas velocidades y evitar así que el tren de aterrizaje se hundiera en el suelo. También se puede apreciar en el vídeo que se arrancaron grandes trozos de tierra tanto durante la maniobra como posteriormente cuando el avión se detuvo por completo.
“Durante la aproximación final al aterrizaje, apagamos dos motores y volamos sólo con dos motores. A una altitud de 50 metros, tuvimos que utilizar el empuje inverso, algo que generalmente está prohibido en la aviación y que no es posible con los aviones actuales de este nivel técnico. Ya no era posible hacer un intento de aproximación frustrada y el aterrizaje tenía que ser exitoso, para bien o para mal. ¡Por suerte eso fue lo que pasó!”.
La compañía Interflug ya no existe, ya que fue liquidada en 1991 después de la reunificación alemana, y este avión Ilyushin Il-62 es de hecho uno de los pocos restos que se conservan de la aerolínea. Actualmente se ha convertido en uno de los grandes atractivos para los visitantes del museo "The Otto-Lilienthal Center", sirviendo como sala de exposiciones y oficina de registro. .
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