Durante las décadas de 1960 y 1970, Irán fue un país marcado por grandes transformaciones sociales, económicas y políticas, que lo llevaron a convertirse en un actor clave en el Medio Oriente. Este periodo estuvo dominado por el reinado de Mohammad Reza Pahlavi, el último Shah de Irán, y fue testigo de reformas significativas, así como de crecientes tensiones que culminaron en la Revolución Islámica de 1979.
Durante los años 60, Irán experimentó la llamada "Revolución Blanca", una serie de reformas económicas y sociales promovidas por el Shah Mohammad Reza Pahlavi con el apoyo de los Estados Unidos. Estas reformas buscaban modernizar el país y abarcaron desde la redistribución de tierras y la nacionalización de bosques y pastizales, hasta la modernización del sistema educativo y la ampliación de los derechos de las mujeres, incluyendo el derecho al voto y una mayor participación en la fuerza laboral.
El Shah impulsó la industrialización y la modernización de las infraestructuras, lo que llevó a un rápido crecimiento económico. Se desarrollaron industrias petroleras y petroquímicas, y el ingreso nacional se disparó debido al aumento en los precios del petróleo durante los años 70. Teherán, la capital, se transformó en una metrópolis moderna con nuevos edificios, carreteras y servicios públicos.
A nivel cultural, los años 60 y 70 fueron una época de florecimiento en Irán. La influencia occidental era palpable en la moda, la música y el cine. Sin embargo, esta occidentalización también generó una reacción de los sectores más conservadores de la sociedad, que veían en estos cambios una amenaza a los valores tradicionales islámicos.
El creciente descontento social y político alcanzó su punto culminante en la década de 1970. Las protestas y manifestaciones contra el régimen del Shah se intensificaron, lideradas por figuras como el Ayatolá Ruhollah Jomeini, quien criticaba la corrupción del régimen y la influencia occidental en Irán. En 1979, este descontento culminó en la Revolución Islámica, que derrocó al Shah y estableció la República Islámica de Irán bajo el liderazgo de Jomeini. Este evento marcó el final de una era y el inicio de una nueva etapa en la historia del país, caracterizada por una profunda transformación en todos los aspectos de la vida iraní.
Una buena forma de entender cómo era la vida en Irán antes de la Revolución Islámica, así como la imagen que el país quería transmitir al resto del mundo en aquellos años, es esta curiosa colección de fotografías a color publicadas por la oficina oficial de turismo de Irán durante los años 60 y 70:
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