En mayo de 1870, Thomas Child fue contratado por el Servicio de Aduanas de la Marina Imperial para ser ingeniero de gas en Pekín. El inglés, de 29 años, dejaba atrás a su esposa y a sus tres hijos para convertirse en uno de los aproximadamente 100 extranjeros que vivían en la capital del país durante los últimos años de la dinastía Qing.
Child era un gran aficionado a la fotografía, y a lo largo de los casi 20 años que permaneció en el país retrató en imágenes las costumbres, la arquitectura, o la vida diaria de la gente, en la época de la última dinastía de China. El británico fotografío la Gran Muralla, así como pagodas, templos, puentes, puertos llenos de gente, caminos con esculturas de piedra y humildes fachadas de tiendas, principalmente en Pekín y sus alrededores.
Documentó la práctica de desmantelar las paredes dañadas de los palacios por el paso del tiempo o por la guerra, y reciclar las piedras para otras construcciones, y en sus notas, cartas y diarios, se quejaba de calles sucias, o la constante presencia de insectos y ratas.
En 1889 Thomas Child regresó a Inglaterra, aunque siempre llevó China en su memoria hasta su muerte en 1898. A la casa familiar que compró a las afueras de Londres le dio un nombre chino que se tradujo al inglés como "Studio of Everlasting Tranquility".
Si bien su familia intentó conservar su legado, parte de su colección de fotografías de la antigua China a finales del siglo XIX, y de sus escritos, se perdieron con el tiempo. A pesar de ello, las imágenes que han conseguido perdurar siguen siendo un retrato único de un período histórico del país asiático, que pocos años después vería caer la dinastía Qing, la última dinastía imperial de China, para instaurarse la República de China.
Referencias:
Qing Dynasty Peking: Thomas Child's Photographs
Thomas Child, a 19th-Century Photographer in China
Loewentheil China Photography Collection
Child era un gran aficionado a la fotografía, y a lo largo de los casi 20 años que permaneció en el país retrató en imágenes las costumbres, la arquitectura, o la vida diaria de la gente, en la época de la última dinastía de China. El británico fotografío la Gran Muralla, así como pagodas, templos, puentes, puertos llenos de gente, caminos con esculturas de piedra y humildes fachadas de tiendas, principalmente en Pekín y sus alrededores.
Documentó la práctica de desmantelar las paredes dañadas de los palacios por el paso del tiempo o por la guerra, y reciclar las piedras para otras construcciones, y en sus notas, cartas y diarios, se quejaba de calles sucias, o la constante presencia de insectos y ratas.
En 1889 Thomas Child regresó a Inglaterra, aunque siempre llevó China en su memoria hasta su muerte en 1898. A la casa familiar que compró a las afueras de Londres le dio un nombre chino que se tradujo al inglés como "Studio of Everlasting Tranquility".
Si bien su familia intentó conservar su legado, parte de su colección de fotografías de la antigua China a finales del siglo XIX, y de sus escritos, se perdieron con el tiempo. A pesar de ello, las imágenes que han conseguido perdurar siguen siendo un retrato único de un período histórico del país asiático, que pocos años después vería caer la dinastía Qing, la última dinastía imperial de China, para instaurarse la República de China.
Escena callejera frente a una tienda de tabaco construida en madera, en un barrio de Pekín.
Vista del Gran Canal, el canal fluvial más importante de Pekín. A lo largo de la dinastía Qing, este canal fue crucial para el transporte de granos y otros productos básicos a Pekín, conectando el norte y el sur de China.
Sección de la Gran Muralla China en el pasaje Nankou que conduce a Mongolia.
Fotografía de una silla nupcial tradicional, que llevaría a la novia a su boda. El viaje en la silla pretende representar la transición de la novia de una familia a otra.
Retrato de boda de Zeng Jifen y Nie ji Gui. La novia es hija del marqués Zeng Guofan, un funcionario chino de alto rango durante la dinastía Qing.
Un grupo de tumbas imperiales en las afueras de Pekín. La avenida contaba originalmente con 24 figuras de animales de piedra, 12 de pie y 12 reclinadas, simbolizando el camino que lleva al cielo.
Inauguración de una nueva tienda en Pekín a finales del siglo XIX
Dos tradicionales pagodas situadas en Pekín. La pagoda de la izquierda es la Pagoda de las Colinas Fragantes, que formaba parte del Monasterio de Grand Zongjing, y está adornada con azulejos amarillos, verde, púrpura y azul. El edificio de la derecha es la pagoda del templo de Tianning, construida en el siglo XII, siendo uno de los edificios más antiguos de la capital de China.
Fotografía de las imponentes murallas de la ciudad de Pekín durante la década de 1880. Se construyeron con dos paredes de ladrillos rellenadas con tierra en su interior, recubriéndose de ladrillos también la parte superior.
El Puente Jade, situado en los terrenos del Palacio de Verano, en la costa occidental del lago Kunming. El puente tiene un diseño tradicional chino arqueado para permitir el paso del barco dragón del Emperador.
Un "lama" o monje budista tibetano junto a su alumno. Ambos sujetan cuentas de oración o escrituras, en sus regazos. En la mesa detrás de ellos hay esculturas de bronce y objetos rituales sagrados tibetanos, que incluyen una copa con un Buda de bronce y una estatua de Manjusri.
Instrumento de bronce situado en el Observatorio Astronómico Imperial. El observatorio fue construido durante la dinastía Ming y ampliado posteriormente durante la dinastía Qing.
Vista del terreno que los viajeros debían recorrer para llegar hasta la Gran Muralla (que se puede ver al fondo de la imagen)
La Puerta de la Fuente en Yuan Ming Yuan, o "el Jardín del Brillo Perfecto". Se comenzó a construir en 1709 por el emperador Qing Kangxi, inspirándose en los grandes palacios, jardines y fuentes de Europa. La mayor parte del "Yuan Ming Yuan" fue destruido durante la Segunda Guerra del Opio.
Vista de una calle de Pekín a finales del siglo XIX.
Fotografía de la Ciudad Prohibida, donde se pueden ver los sistemas de fortificación chinos de los siglos XV y XVI y que no existen en la actualidad.
Retrato de un diplomático coreano de visita en China a finales de la década de 1870
Vista frontal del "Wan Shou Shan" en la colina de la longevidad, dentro de los terreno del Palacio de Verano del emperador.
Un grupo de viajeros a finales del siglo XIX con sus camellos en la Ruta de la Seda en China. Este tipo de camellos, conocidos como camellos bactrianos, se distinguen por sus jorobas dobles, y se utilizaban para transportar carbón a la ciudad desde las colinas y mercancías entre Pekín y Mongolia.
Esta es la única fotografía conocida de los terrenos del Templo Biyun (Temple of Azure Clouds). Los edificios de madera que rodeaban la "pagoda del trono de diamantes" fueron destruidos durante el levantamiento de los bóxers.
Vista del arco conmemorativo en la entrada a las Tumbas Ming en las afueras de Pekín.
Fotografía del "Zongli Yamen", la Oficina de Relaciones Exteriores del gobierno de Qing.
Puente de diecisiete arcos en los terrenos del Palacio de Verano. Esta fotografía del puente incluye el buey de bronce que domina el lago Kunming. El buey de bronce se colocó en el lago a mediados del siglo XVIII con la esperanza de evitar inundaciones, ya que según las tradiciones chinas, el buey posee un poder especial sobre el agua.
Referencias:
Qing Dynasty Peking: Thomas Child's Photographs
Thomas Child, a 19th-Century Photographer in China
Loewentheil China Photography Collection
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