Desde su inauguración en el año 360 y hasta 1453, Santa Sofía se utilizó como catedral ortodoxa bizantina, a excepción de unas pocas décadas entre 1204 y 1261, cuando fue reconvertida en catedral católica. Tras la Conquista de Constantinopla por el Imperio otomano, el edificio fue transformado en mezquita, manteniendo esta función desde mayo de 1453 hasta 1931, momento en el que fue secularizado el edificio y poco después pasaría a convertirse en un museo.
Este histórico templo sufrió numerosos cambios y restauraciones a lo largo de los siglos, terminándose su última modificación significativa en el año 1849, cuando se modificaron sus minaretes. Aunque se han conservado pocas imágenes de la época, en estas antiguas fotografías de Santa Sofía, realizadas en la década de 1850, podemos ver como era este impresionante edificio poco después de su reapertura el 13 de julio de 1849, así como parte de la antigua ciudad de Constantinopla en el siglo XIX, décadas antes de ser rebautizada oficialmente como Estambul.
Espectacular imagen de Santa Sofía en 1857 tomada desde el hipódromo de Constantinopla, actualmente la plaza Sultanahmet, la plaza principal de Estambul
Estereograma de Constantinopla en la década de 1850, con la mezquita de Santa Sofía al fondo de la imagen
Fotografía de Santa Sofía en la década de 1850
Una de las pocas fotografías que se conservan del interior de Santa Sofía en 1850
Un hombre observando Santa Sofía (Ayasofya en turco) en 1850
La entrada principal en la década de 1850
Detalle del interior de la mezquita
Un grupo de personas charlando cerca del edificio en 1850
La mezquita de Hagia Sophia en torno al año 1859
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