En 1988, durante una visita oficial que Ronald Reagan, por entonces presidente de Estados Unidos, realizaba a la Unión Soviética, se tomaba esta curiosa fotografía en Moscú que ha dado lugar a dos posiciones claramente enfrentadas.
En la fotografía se puede ver a Reagan saludando a un niño en la Plaza Roja de Moscú, con Mijaíl Gorbachov justo detrás de él y un grupo de personas que le rodean. Entre ellos se encuentra un típico turista con la cámara de fotos colgada observando la escena y que el autor de la fotografía, Pete Souza, fotógrafo oficial de la Casa Blanca, afirma que se trata de Vladimir Putin, quien se convertiría años después en presidente de Rusia. Según Souza, Putin se encontraba allí disfrazado como turista mientras trabajaba como agente de la KGB.
Esta curiosa fotografía no se hizo pública hasta 2009, abriendo un debate con dos posiciones contrapuestas y aparentemente irreconciliables. Mientras que desde Rusia han asegurado en varias ocasiones que el hombre rubio de la foto no es Vladimir Putin e intentar acabar así con los rumores, Souza ha seguido manteniendo durante años que el misterioso turista es definitivamente Putin, añadiendo que estos turistas les realizaron varias preguntas extrañas durante la visita de Reagan a la Plaza Roja de Moscú.
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Carteles de la Segunda Guerra Mundial contra la prostitución y las enfermedades venéreas
Durante la Segunda Guerra Mundial, la lucha en el frente no era al parecer el único peligro al que se tenían que enfrentar los soldados estadounidenses. O al menos eso es lo que nos dan a entender estos curiosos carteles publicados en la época, donde se intentaba prevenir a los soldados que regresaban a casa contra los peligros de la prostitución y la posibilidad de contraer todo tipo de enfermedades de transmisión sexual (Venereal Disease).
El infierno de la mina de Serra Pelada en la década de 1980
Serra Pelada fue una gran mina de oro de Brasil, situada a 430 kilómetros al sur de la desembocadura del río Amazonas. La mina se hizo famosa a principios de los 80 por las imágenes tomadas por Alfredo Jaar y Sebastião Salgado, donde se pueden ver a miles de trabajadores moviendo grandes cantidades de mineral como si fuera un gigantesco hormiguero.
Aunque la estimación del número de mineros es difícil, se cree que en la mina llegó reunir hasta 100.000 personas, convirtiendo la mina de Serra Pelada en una de las minas más grandes del mundo, rivalizando con la mina de diamantes de Kimberly en Sudáfrica y dejando unas imágenes similares.
El origen de la mina de Serra Pelada se suele situar en enero de 1979, ya que hasta entonces era simplemente un pequeño pueblo brasileño (otras fuentes señalan que se conocía el yacimiento desde 1976 pero se mantuvo en secreto). El agricultor Ferreira da Silva contrató a un geólogo para investigar si el oro que había hallado en su propiedad era parte en realidad de un depósito más grande. Un niño de la zona que nadaba en las orillas del río, encontró una pepita de oro de 6 gramos, corriéndose rápidamente la voz de que el lugar podía ser uno de los depósitos de oro más grandes del mundo.
Se produjo entonces una "fiebre del oro", con miles de personas descendiendo desde la granja a la mina pocos días después. En solo cinco semanas ya había más de 10.000 personas instaladas en la propiedad de Ferreira da Silva, además de otras 12.000 en las inmediaciones del lugar. Se descubrieron rápidamente enormes pepitas de oro, la mayor de ellas con un peso de casi 6,8 kilogramos, lo que acrecentó la fiebre del oro en Serra Pelada.
Al principio, la única forma de llegar a un sitio tan remoto era en avión o directamente a pie. Los mineros a menudo pagaban precios exorbitantes para que los taxis los llevaran del pueblo más cercano al final de un camino de tierra y a partir de ahí, caminarían la distancia restante (unos 15 kilómetros) hasta el sitio. La ciudad que se levantó solo podía estar hecha de material que se transportaba a mano hasta la zona, por lo que era una colección de casuchas y carpas al azar. Para conseguir su preciado oro, cada minero tenía un reclamo de 2 por 3 metros para excavar y para mayo de 1980 ya había 4.000 reclamaciones de este tipo.
El apogeo de la extracción se dio en 1983, cuando se extrajeron 13,9 toneladas de oro. De 1984 a 1986 la producción se mantuvo en torno a 2,6 toneladas por año, sin embargo a medida que se profundizaba en la excavación se hicieron más frecuentes los deslizamientos de suelo y caídas de roca, provocando varias muertes. En su momento álgido, se estima que la mina de Serra Pelada llegó a juntar hasta 100.000 buscadores de oro. Para finales de la década de 1980 la producción fue decayendo poco a poco y actualmente el inmenso pozo está inundado por un lago.
Las fotografías tomadas inicialmente por Alfredo Jaar, y especialmente por Sebastião Salgado que visitó el lugar poco después son impactantes, mostrando el auténtico caos en lo que se convirtió la mina de Serra Pelada durante los años 80, y por lo que se ganó el apodo de "el infierno en la tierra".
Referencias:
Serra Pelada - Wikipedia
Sebastião Salgado: Serra Pelada
The Hellish Gold Mines of Serra Pelada
Buried in Mud, Digging for Gold
The Deadly Spectacle of Brazil’s Gold Mines
Sebastião Salgado’s: Brazil’s largest & most dangerous gold mine
Aunque la estimación del número de mineros es difícil, se cree que en la mina llegó reunir hasta 100.000 personas, convirtiendo la mina de Serra Pelada en una de las minas más grandes del mundo, rivalizando con la mina de diamantes de Kimberly en Sudáfrica y dejando unas imágenes similares.
El origen de la mina de Serra Pelada se suele situar en enero de 1979, ya que hasta entonces era simplemente un pequeño pueblo brasileño (otras fuentes señalan que se conocía el yacimiento desde 1976 pero se mantuvo en secreto). El agricultor Ferreira da Silva contrató a un geólogo para investigar si el oro que había hallado en su propiedad era parte en realidad de un depósito más grande. Un niño de la zona que nadaba en las orillas del río, encontró una pepita de oro de 6 gramos, corriéndose rápidamente la voz de que el lugar podía ser uno de los depósitos de oro más grandes del mundo.
Se produjo entonces una "fiebre del oro", con miles de personas descendiendo desde la granja a la mina pocos días después. En solo cinco semanas ya había más de 10.000 personas instaladas en la propiedad de Ferreira da Silva, además de otras 12.000 en las inmediaciones del lugar. Se descubrieron rápidamente enormes pepitas de oro, la mayor de ellas con un peso de casi 6,8 kilogramos, lo que acrecentó la fiebre del oro en Serra Pelada.
Al principio, la única forma de llegar a un sitio tan remoto era en avión o directamente a pie. Los mineros a menudo pagaban precios exorbitantes para que los taxis los llevaran del pueblo más cercano al final de un camino de tierra y a partir de ahí, caminarían la distancia restante (unos 15 kilómetros) hasta el sitio. La ciudad que se levantó solo podía estar hecha de material que se transportaba a mano hasta la zona, por lo que era una colección de casuchas y carpas al azar. Para conseguir su preciado oro, cada minero tenía un reclamo de 2 por 3 metros para excavar y para mayo de 1980 ya había 4.000 reclamaciones de este tipo.
El apogeo de la extracción se dio en 1983, cuando se extrajeron 13,9 toneladas de oro. De 1984 a 1986 la producción se mantuvo en torno a 2,6 toneladas por año, sin embargo a medida que se profundizaba en la excavación se hicieron más frecuentes los deslizamientos de suelo y caídas de roca, provocando varias muertes. En su momento álgido, se estima que la mina de Serra Pelada llegó a juntar hasta 100.000 buscadores de oro. Para finales de la década de 1980 la producción fue decayendo poco a poco y actualmente el inmenso pozo está inundado por un lago.
Las fotografías tomadas inicialmente por Alfredo Jaar, y especialmente por Sebastião Salgado que visitó el lugar poco después son impactantes, mostrando el auténtico caos en lo que se convirtió la mina de Serra Pelada durante los años 80, y por lo que se ganó el apodo de "el infierno en la tierra".
Referencias:
Serra Pelada - Wikipedia
Sebastião Salgado: Serra Pelada
The Hellish Gold Mines of Serra Pelada
Buried in Mud, Digging for Gold
The Deadly Spectacle of Brazil’s Gold Mines
Sebastião Salgado’s: Brazil’s largest & most dangerous gold mine