El sábado 17 de mayo de 1958, en el distrito 18 de París, un camión cisterna repartía gasolina en el garaje situado en el número 14 de la rue d'Oslo, un establecimiento de 600 metros cuadrados y cuatro plantas. El llenado de los tanques solía ser una operación rutinaria, tanto para el gerente del garaje como para el conductor del camión cisterna. Sin embargo, al poco de terminar la operación de transferencia, un fuerte olor a combustible invadió el garaje. Al parecer, en los tanques ubicados en el sótano del garaje se produjo una fuga que derramó alrededor de 1.000 litros de gasolina.
A las 11:45 de la mañana, los bomberos del cuartel de Montmartre, ubicado a unos cientos de metros del garaje, fueron alertados por el dueño del edificio, enviándose tres vehículos al lugar. Pocos minutos después de la llegada de los bomberos, se concentró una gran multitud alrededor del garaje, compuesta principalmente por niños atraídos por ver a los camiones de bomberos. Los bomberos comenzaron entonces a recomendar a la gente que se alejara, pero muchos curiosos optaron ignorar las indicaciones de los bomberos.
Alrededor de las 11:55 horas, cinco bomberos entran al garaje con el propietario para conocer la ubicación de la fuga y las tareas a realizar. Apenas han dado los primeros pasos en el garaje cuando una persona avisa de que aún no se ha cortado la corriente eléctrica. Ya es demasiado tarde. En ese instante se produce una gran explosión que derrumba el garaje casi por completo. Los pisos colapsaron sobre sí mismos, mientras la fachada del lado de la calle se derrumba sobre el equipo de primeros auxilios y los espectadores aún presentes. A lo largo de varias decenas de metros alrededor del garaje, las calles quedan cubiertas de cristales rotos y una espesa capa de polvo que flota en el aire.
Rápidamente se pone en marcha una nueva operación de rescate, llegando refuerzos de bomberos de los cuarteles vecinos, mientras la policía acordona el barrio y se llama a las ambulancias de los hospitales de Bretonneau y Bichat. De las ruinas del garaje se intenta sacar a los supervivientes pero también se extraen los cuerpos de tres bomberos. A ellos se suman, por desgracia, otras víctimas, entre los que se incluyen varios adultos, incluida la esposa del dueño del garaje, así como también niños. Las operaciones de rescate terminaron el 18 de mayo por la tarde y para entonces se habían contabilizado 17 víctimas en total, incluidos siete niños y tres bomberos; además de veintisiete heridos.
En estas fotografías se pueden ver las catastróficas consecuencias de la explosión ocurrida en el garaje de la calle Oslo en París, el 17 de mayo de 1958. Como curiosidad añadida, entre algunos de los coches que se pueden ver entre los escombros se encuentran vehículos como el Citroën Traction, Peugeot 203, Simca Aronde coupé o el Renault Dauphine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario