Se cree que el primero en desarrollar algo parecido a los primeros patines en línea, fue el inventor belga John Joseph Merlin, quien desarrolló en 1760 una especie de dispositivo con ruedas para deslizarse con los pies. Unas décadas después, el británico Robert John Tyers patentaba en Londres en 1823 su propio diseño de patines con ruedas de latón, ideados para funcionar como los patines de hielo.
Durante los siguientes años fueron apareciendo diferentes diseños de patines en todo el mundo, y aunque el concepto estaba ahí, ninguno de los diseños era realmente práctico. Quizás uno de los más curiosos de todos fueron unos patines en línea japoneses que se presentaron en julio de 1936.
Por desgracia no hay demasiada información al respecto, pero al parecer se trataba de unos patines para superficies rugosas con una peculiar forma de tanque. Los patines llevaban varios juegos de rueda para ayudar a mantener mejor el equilibrio en los suelos más ásperos, e incluían una especie de tirantes o cuerdas que se agarraban a las piernas.
Como podemos ver en una de las pocas fotografías que se han conservado, el curioso ingenio no parecía especialmente estable. En todo caso, aunque se siguió buscando mejorar el concepto y se desarrollaron nuevos diseños en las siguientes décadas, no sería hasta los años 80 cuando los patines en línea empezarían a triunfar en todo el mundo gracias a la empresa Rollerblade.