En aquella época Johnny Cash no pasaba por su mejor momento. Su adicción a las píldoras estaba cada vez más fuera de control, su vida personal era un desastre, su discográfica le había amenazado con dejarle, e incluso había llegado a contemplar el suicidio. Sin embargo este concierto lo cambiaría todo.
En 1955 el cantante había publicado la canción "Folsom Prison Blues", y desde entonces había estado siempre interesado en dar un concierto en el lugar, siendo finalmente el 13 de enero de 1968 la fecha en que lo consiguió. Tras dos días de ensayos en un motel de Sacramento, Johnny Cash, acompañado de June Carter, Carl Perkins y la banda de Cash "The Tennessee Three", ingresaron a la prisión estatal de Folsom en California para comenzar el show en directo.
Cash realizó dos conciertos para los internos, uno por la mañana y otro por la tarde. Muchas de las canciones eran sobre temas de prisión, desde la apertura de "Folsom Prison Blues" hasta la canción sobre la cuenta regresiva para la ejecución "25 Minutes to Go". El punto culminante de ambas actuaciones fue la canción de cierre "Greystone Chapel", que fue escrita por Glen Sherley, un interno de la prisión que también estuvo presente en el concierto y al que Johnny Cash se acercó a saludar expresamente durante la actuación.
Poco después se publicó el disco "At Folsom Prison" por Columbia Records el mismo año, siendo el primer álbum en vivo del cantante y alcanzando un considerable éxito crítico y comercial. Para 1969 el disco había vendido más de 6,5 millones de copias y es un considerado uno de los mejores álbumes de Country de la historia, sirviendo además para revitalizar la carrera de Johnny Cash e inspirándole para grabar otro álbum en la prisión de San Quintín al año siguiente.
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