Momentos del Pasado: Fotografías de las primeras mujeres culturistas a principios del siglo XX

El culturismo femenino tiene sus orígenes en los actos de vodevil y los espectáculos de circo a finales del siglo XIX, con las denominadas "mujeres forzudas" y diferentes competiciones de levantamiento de pesas para mujeres.

Entre estas mujeres destacó Katie Brumbach, apodada la "Gran Sandwina" (Great Sandwina) y "Lady Hércules". Sus padres eran artistas de circo, y debido a su gran tamaño, Katie Brumbach participó en los espectáculos circenses ejerciendo de mujer forzuda, con actuaciones en las que sorprendía a los espectadores levantando a su marido por encima de su cabeza con un solo brazo.

Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, el ejercicio para los mujeres estaba por lo general mal visto, en una época en la que se consideraba a la mujeres como seres débiles, y donde se daba por hecho que debían gastar su energía en labores domésticas o criar a los hijos. Sin embargo, algunas mujeres se salieron de la norma desafiando estos clichés, y pasaban horas haciendo ejercicio o levantando pesas para esculpir sus cuerpos.

Mujeres como Katie Brumbach, Luisita Leers, Joan Rhodes, Kate Roberts, Ivy Russel, o Laverie Vallee, fueron algunas de las primeras mujeres culturistas de la historia, y mostraban orgullosas sus musculosos cuerpos, que poco tenían que ver con el ideal femenino de belleza en la época, abriendo de paso el camino para el futuro culturismo femenino que contaría con sus propias competiciones décadas después.